Por supuesto cuando acudí a la Seu de Palma a hacer la foto del Ocho,
hice algunas mas. Aquí explico un poco la historia completa.
Como
siempre el premio es para los madrugadores. A las 7:30 de la mañana se
abrían las puertas del templo y nos apresurábamos a elegir nuestro
sitio. Poca gente a esta hora.
Poco a poco la nave central se va llenando y el sol empieza a dibujar los primeros colores en las vidrieras.
Mas tras el salto