Una planta que se asocia con estos días y que, como siempre, su significado aparentemente simple tiene raíces muy profundas en el folclore y las creencias populares.
No es una planta vistosa y además es un parásito (semi-parasitaria en rigor) que vive en árboles que coloniza.
Mucha gente, sin motivo aparente (aparte de no distinguir entre un geranio y una lechuga) lo confunde con el acebo, arbusto totalmente diferente en aspecto, forma de crecimiento, hojas, colores...
Sus bayas tienen propiedades medicinales muy apreciadas aunque en dosis inadecuadas son tóxicas, pero desde tiempos antiguos se les atribuye un poder mágico; Los celtas por ejemplo las asociaban a la fertilidad, la buena suerte y el amor.
Al parecer en la Edad Media el muérdago venía a ser el equivalente de la rama de olivo tan común como símbolo de paz en el entorno mediterráneo.
Se dice que si un caballero marchaba a una justa y se encontraba una rama de esta planta ese día debería evitar el combate.
Al final ha pasado a ser un adorno navideño común en muchos hogares y según la tradición, si una pareja se encuentra debajo de una de sus ramas es poco menos que obligado besarse y según esa tradición, existen muchas posibilidades que ese beso acabe en boda. Allá vosotros.
No es una planta vistosa y además es un parásito (semi-parasitaria en rigor) que vive en árboles que coloniza.
Mucha gente, sin motivo aparente (aparte de no distinguir entre un geranio y una lechuga) lo confunde con el acebo, arbusto totalmente diferente en aspecto, forma de crecimiento, hojas, colores...
Sus bayas tienen propiedades medicinales muy apreciadas aunque en dosis inadecuadas son tóxicas, pero desde tiempos antiguos se les atribuye un poder mágico; Los celtas por ejemplo las asociaban a la fertilidad, la buena suerte y el amor.
Al parecer en la Edad Media el muérdago venía a ser el equivalente de la rama de olivo tan común como símbolo de paz en el entorno mediterráneo.
Se dice que si un caballero marchaba a una justa y se encontraba una rama de esta planta ese día debería evitar el combate.
Al final ha pasado a ser un adorno navideño común en muchos hogares y según la tradición, si una pareja se encuentra debajo de una de sus ramas es poco menos que obligado besarse y según esa tradición, existen muchas posibilidades que ese beso acabe en boda. Allá vosotros.
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