No soy muy futbolero pero imposible escapar de esa fiebre colectiva. En mi calle la mitad son del Madrid y la otra mitad del Atlético (en realidad del Barcelona por lo que se habían vuelto Atléticos a muerte) y aunque no sigas el partido ya te lo retransmiten en directo a pleno pulmón. Luego los aficionados se dedican a recorrer el centro haciendo ruido para reunirse en una plaza. Lo cierto es que en Palma eran "cuatro gatos" pero muy motivados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario