Sigo con dos modestos relojes, sencillos y funcionales, uno en una iglesia y otro en una calle netamente comercial.
No destacan mucho pero están cuidados y tienen ese encanto de las cosas sencillas que fueron útiles en su día y que hoy nos pasan desapercibidas.
El primero es de la iglesia de Santa Margarita, el la calle de San Miguel (Sant Miquel) muy cercano a la plaza de España.
Como vemos simple y nada ornamentado.
El segundo es bastante desconocido por su ubicación, en una calle comercial estrecha y aunque está muy cuidado hay que buscarlo expresamente para notar su presencia.
De nuevo de una simpleza extrema pero perfectamente conservado.
Está en la calle Llotgeta esquina con vía Sindicato.
A mí mismo me costó un tiempo localizarlo por su extraña ubicación entre calles estrechas.
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